Conceptualizar tus ideas: Cada día hay más personas que quieren montar sus negocios, por una cuestión de necesidad en algunos casos y por una cuestión de tener nuevas opciones en otras, pero es curioso lo difícil que es ver para las personas que antes de meterse en los negocios han de tener en cuenta hacía donde quieren ir y a conceptualizar sus ideas, a darles sentido, para que cada paso que dan les permitan buscar la rentabilidad de los negocios que montan.
Conceptualizar tus ideas
La gran mayoría de los emprendedores hoy en día necesitan crear una buena base antes de empezar a salir a ofrecer sus servicios al mercado, necesitan conceptualizar tus ideas, tener claras las ideas y saber quién es su perfiles o perfiles compradores, cuales son los caminos para llegar a ellos, y sobre todo entender el mercado desde el principio, no tanto trabajar sobre producto y luego dirigirse al mercado con su idea de negocios, si no entender los negocios como que es lo que necesitan sus clientes y después ir orientando su producto.
La servucción es uno de los grandes inventos a la hora de plantear la introducción de servicios en el área de producto y por supuesto es una excelente fórmula para trabajar sobre la producción de servicios, y esto es algo que en general no se conoce y es algo que es importante hoy en día, ya que el valor añadido va muy por delante a la hora de conseguir potenciales clientes para los negocios.
Esto hace unos años no pasaba, ya que el producto era el centro del universo, pero a día de hoy, es el cliente el centro del universo y pensar de otra forma es pensar sin capacidad de hacer crecer o de dimensionar esos negocios, aunque lamentablemente la forma más normal de crear negocios es esta.
Personalmente creo que es importante conceptualizar tus ideas y conceptualizar los negocios, sin pasarse, porque también necesitas los feedback necesarios iniciales para saber si tu mercado puede ser receptivo a tus negocios.
Pero lo que es cierto es que trabajando esa conceptualización de negocios puedes tener la capacidad de aportar valor más grande, dimensionar las necesidades de los negocios o aportar un valor diferente o mejor a los clientes, teniendo en cuenta que al fin y al cabo conseguir los claims necesarios para que el cliente ponga encima de la mesa su dinero es tu objetivo, es decir, la facturación.