Las 7 cosas que tienen en común 25 jóvenes millonarios hechos así mismos
Nick Tart y su socio sólo tienen 22 años, pero ellos han llegado a ser expertos en la llamada Generación Y de emprendedores.
Después de entrevistar a 25 jóvenes millonarios, que han conseguido las seis cifras por ellos mismos, los dos autores del libro: 50 entrevistas: Jóvenes emprendedores, lo que necesitas hacer más que tus padres.
Lo que ellos encontraron es algo que todos estos jóvenes tenían de forma prácticamente similar.
Los fines de semana y entre la escuela, les apasionaba dedicar tiempo a su pasatiempo, que luego iba a ser su negocio.
Y hay varios detalles que separan a estos jóvenes de éxito del resto de sus compañeros de clase, normales. Las cosas que tienen en común son principalmente 7.
1. Apoyo incondicional de la familia.
Los 25 vienen de familias que en nunca dudaron de sus ambiciones. Esto no significa que recibieran apoyo económico, el principal apoyo era emocional. Excepto en el caso de Catherine Cook de MyYearBook.com que recibió capital semilla de su hermano, el resto de los millonarios fundaron su propio proyecto.
Algunos de estos jóvenes millonarios recibieron préstamos que posteriormente pagaron. Uno de ellos recibió 10$ de sus padres para comprar un nombre de dominio. Emil Motycka, un joven de 21 años hizo su dinero con un negocio de siega de césped, co-firmó un préstamos de 8.000$ para comprar su primera segadora de césped. Ambos devolvieron su deuda en un año.
Como al resto de su generación, a estos empresarios se les eijo que eran especiales. Y en este momento, lo siguen siendo.
2. Empezaron con algo manejable.
Tanto si eran blogueros como cortadores de césped, cada joven millonario empezó con una idea que ellos podían ejecutar. El hecho de enfrentarse a algo manejable construyó su confianza, y les ayudo a contruir su preputación como emprendedores.
“Creo que todos ellos están en negocios más importantes ahora”, dice Tart, “pero tuvieron que empezar desde poco para construir sus nombres en el mundo de los negocios”.
Un ejemplo es Juliette Brindak, de 21 años, fundadora de MissOAndFriends.com. Después de ocho años de su trabajo en su startup, recibió una inversión de Proctor & Gamble que estableció una valoración de su compañía en 15 millones de dólares. Con tiempo, su idea creció de manejable a maestra.
3. El trabajar duro y ser implacables
La mayoría de emprendedores prueba mucho y se equivocan hasta que consiguen el oro. Los jóvenes de 25 años no son una excepción.
Adam Horowitz, de 18 años, empezó 30 webs en tres años antes de tener éxito. Al final, vendió si primer producto de seis cifras. Después de eso, vendió otro producto de éxito, y después otro.
“Aprox. hace tres meses, Horowitz salió con otro producto que produjó 1.5 Millones de ingresos en 3 días” dice Tart. “Esto no habría sido posible sin sus 30 fallos iniciales”
4. Un sacrificio que los adultos no tienen que hacer: Niñéz, Juventud
Que tienen que perder lo jóvenes? No demasiado. En general no tienen que pagar alquiler, alimentar una familia o ir a trabajar. Afortunadamente los jóvenes no tienen muchos gastos; tienen la libertad para hacer lo que quieran, cuando quieran, y eso incluye emprender.
Una cosa que estos 25 chicos tuvieron que sacrificar? Su niñéz/ jouventud.
El fundador de Emil Motycka fue invitado a la piscina por sus amigos. Cambio eso por ir a cortar el césped en su lugar. Se burlaron de Motycka por sus prioridades de negocio; los amigos que no tenían responsabilidad no entendían su lógica. Ahora el trabajo de Motucka ha dado sus frutos y ha adquirido una casa que con frecuencia aprovecha con sus amigos.
5. A todos les dijeron que no lo iban a conseguir
No hay mayor motivación que te digan que no puedes hacer algo. La mayoría de los 25 emprendedores que Tart entrevistó encontraron una gran negatividad de sus amigos y profesores. Michael Dunlop es un ejemplo excepcional.
La escuela era un gran reto para Dunlop por ser un estudiante con dislexia. Los profesores le dijeron no podría tener éxito, y el joven emprendedor terminó dejando la escuela secundaria. A pesar de su discapacidad, Dunlop comenzó a blogear y empezó su proyecto Incomediary.com. Esta web le da unos ingresos de seis cifras y tiene una calificación de 12.000 en Alexa.
“Su forma de escribir no es la mejor, pero tiene millones de lectores”, dice Tart. “Dunlop tiene una excelente intuición para los negocios, y sus opiniones son siempre muy valoradas”.
Catherine Cook, fundadora de MyYearbook.com, también recibió negatividad. Un año después de lanzar el sitio, Cook recibió su primera oferta para vender. Cuando la rechazó, su posible comprador le dijó, “No conseguirás nunca llegar a los 3M de usuarios necesarios. Estçás cometiendo un gran error”. A ella le sentó muy mal. Ahora My Yearbook.com tiene 22 millones de usuarios.
6. Mantienen su vida personal y su vida profesional separada
Gen-Y se puede pensar que es algo narcisista. Pero muchos de estos jóvenes millonarios no quieren la gloria asociada con ser un joven fundador. Cuatro de los 25 emprendedores entrevistados no utilizan sus nombres reales.
Una de las razones es que son cuidadosos con sus identidades por su joven edad. Otra razón es porque quieren mantener su negocio y su vida social separados.
“Es como si quisieran comenzar su negocio no siendo ellos” dice Tart. Catherine Cook [fundadora de MyYearbook.com] trabajó en su web sólo cuando su compañera de habitación se iba a la cama. Ella quería mantener su negocio y su vida personal separados”.
Los jóvenes emprendedores no quieren tampoco que sus amigos sepan de sus ingresos porque la gente se tiende a aprovechar de ellos. Andrew Fashion, un emprendedor que ganó 2.5 Millones de $ y se le ocurrió decirlo en su 22 cumpleaños aprendió de la forma más dura. Sus amigos vivían en su casa y no le pagaban alquiler, y cuando le compró el coche a un amigo, ellos se lo hicieron pagar. Estos jovenes han aprendido que no todo el mundo es de confianza.
Nacieron como vendedores
Según Tart, la mayoría de los entrevistados comenzaron a vender baratijas cuando estaban en la escuela primaria.
“Michael Dunlop comenzó vendiendo tarjetas de Pokemon. Se dió cuenta que las piezas de cartón estaban muy demandadas y que habian sido infravaloradas”.
Keith J. Davis vendía chicles a los compañeros de clase, un tratamiento deseable que fue prohibido por los profesores.
Keith J. Davis sold bubble gum to classmates, a desirable treat that was forbidden by teachers. Andrew Fashion convirtió los lapices mecánicos en lanzadores de cohetes.
7. Los jovenes millonarios practicaron desde temprana edad la venta.
¿Así que un emprendedor nace o se hace? Se equivocaron una y otra vez, pero lo intentaron sin parar hasta que lo consiguieron.