El psicodrama es una técnica que se utiliza, cada vez con más frecuencia, en las organizaciones. Ayuda a fortalecer a los empleados en pro de la resolución de los conflictos y situaciones que suelen darse, debido al contacto cotidiano y a la mezcla de emociones que surgen, como resultado de la conviviencia humana casi permanente. También es funcional en cuanto al entrenamiento del rol profesional de las personas.
El psicodrama permite cambiar conductas en cualquier tipo de situación, entre ellas: mitos, creencias, cultura organizacional específica, situaciones conflictivas, temores, jerarquías, trabajo, vicios y una serie de emociones que se viven a menudo en cualquier organización.
La técnica en mención, consiste en llevar a las personas a una vivencia de situaciones pasadas, con sus profundidades y características particulares, con el fin de que aflore la emoción que sintió en algún momento de la vida.
Es importante que este trabajo lo desarrolle personal profesional, porque son ellos los que pueden generar las directrices para revertir las situaciones negativas en positivas, y en las positivas reafirmar la emoción vivida en ese momento. El desarrollo de esta técnica a través de profesionales entrenados evita situaciones negativas y contraproducentes.
Cuando las personas recuerdan la situación pasada, la escena les da la posibilidad de ver la situación en acción, de detenerla como una estatua o imagen, y de verla transcurrir. En las posturas corporales aparecen los verdaderos contenidos profundos. Muchas veces son discrepantes las posturas corporales con lo que se dice verbalmente, y lo corporal prevalece sobre lo verbal; es decir, presenta una evidencia real de un estado de ánimo o de una situación dada.
A partir de la posibilidad de pensar en escena, se puede ir hacia el pasado para mejorar el presente y no para encontrar causas en el pasado, esto difiere del psicoanálisis.
A veces, no tenemos consciencia de cómo nos ven los demás
También se puede recurrir a situaciones pasadas, a través de metáforas, sin necesidad de acudir a un momento real y concreto, aunque a veces es difícil de abordar por las emociones que causa.
En este caso, se le pide a otros participantes que actúen de la manera en que la persona vivió el conflicto y la forma en que lo resolvió; luego, se les solicita que provean otras posibilidades de cómo manejarían ellos esa situación.
Las personas se ven a sí mismas en los zapatos de otro. Esto es trascendental para ellos. Por lo general se acostumbra a analizar como actúan los demás, pero no como actúa uno mismo.
El ver su conducta en otras personas, y la forma en que ellos resuelven el conflicto, les proveerá un abanico de opciones para enfrentar la situación con más seguridad.
Situaciones pasadas, presentes y futuras
El psicodrama es una posibilidad de explorar el presente, yendo al pasado nada más para revivir alguna situación que ayude al hoy, sin por ello limitarse a un tiempo en particular; un aspecto importante es que también permite ensayar el futuro.
Muchas veces, se tienen la fantasía de que una situación futura se va a comportar de determinada manera, o la gente cree que va a ser feliz cuando tenga X o Y satisfactor, que dice querer. Al ir al futuro se produce una situación de disgusto, y la gente se da cuenta que eso no era lo que quería -y no le produce felicidad-; es por ello que la situación del psicodrama, ir hacia atrás y hacia delante, permite influenciar y mejorar el presente.
Al explorar el pasado y presente, de diferentes maneras, ensayando abordajes nuevos, sin riesgos y con la libertad que no se les provee en la vida grupal, familiar y socialmente, encontrarán la forma de mejorar el hoy.
El psicodrama tiene sus aplicaciones positivas. En cuanto a lo clínico, por que es una herramienta para la psicoterapia; a lo pedagógico, porque cuando uno vivencia una situación aprende a actuar de otra manera; y a lo comunitario, porque se utiliza para resolver temáticas sexuales, tanto en niños como en adultos, así como para momentos de violencia y agresión entre familias, etc.
¿Quién es el responsable de liderear un programa de manejo de emociones en el trabajo?
La emoción está a la orden del día en todas las personas, aunque a veces las reprimen o acallan. El profesional de Recursos Humanos es quien tiene más contacto y conocimiento de esas emociones, por ejemplo, cuando las personas solicitan empleo, o por motivos de licencias por enfermedad, permisos, diligencias, despidos, llamadas de atención o sencillamente cuando les comentan sus problemas.
Este profesional debería tener un registro de sus propias emociones, y desarrollar sus capacidades en este sentido, para enriquecer la relación con los empleados en el trabajo cotidiano, de tal manera que la gente encuentre un canal de expresión, ya sea verbal, a través de una encuesta, o en el propiciamiento de trabajos de acercamiento entre distintos sectores.
Cuando se dan situaciones críticas en la cultura organizacional, las que presentan un carácter demasiado rígido, y penetran fuertemente en la situación, es aconsejable el apoyo de técnicas como el psicodrama, entre otras.
A veces, los comentarios de los empleados son muy fuertes y están muy interpenetrados en la cultura; en estos casos, se recomienda que el psicodrama esté a cargo de consultores independientes, porque para el gerente de Recursos Humanos es difícil abordar este tipo de situaciones.
Es recomendable hacer un estudio previo, como hemos hecho en para saber cuál es la cultura de la organización, cuáles son los distintos roles que desempeñan las personas, no sólo a funciones, puestos o jerarquías, sino a cómo se comportan en relación a otras personas. Todo esto con la finalidad de aprovechar las bondades de esta técnica.