Muchos franquiciadores creen que el contrato de franquicia obliga a los franquiciados a seguir las instrucciones que le diga el franquiciador al pie de la letra, contra viento y marea. Y es cierto, pero sólo en teoría. La práctica nos dice que si la relación de franquicia no está muy bien diseñada, el franquiciado incumplirá, ya sea de forma sibilina o abiertamente, nuestras directrices, intentará no pagarnos, o incluso querrá dejar de ser nuestro franquiciado.
No se puede pretender esgrimir el contrato como única arma para obligar a los franquiciados a hacer todo lo que queramos, incluso en contra su propia voluntad. Si lo hacemos, a medio o incluso a corto plazo acabará estallando la relación, llevándonos a perder el franquiciado o a tenerlo a disgusto en la cadena con su consecuente bajo rendimiento.
Cadena de errores. Otro error es creer que simplemente porqué ofrecemos un negocio que le reporta muchos beneficios al franquiciado, este nos profesará ‘amor eterno’. Aunque sea un requisito importante, no es suficiente con que el franquiciado gane dinero para que quiera seguir enrolado en la cadena.
Para que el franquiciado esté unido a la cadena hasta el final del contrato y quiera renovarlo, es importantísimo definir una correcta estrategia de franquicia. Como estrategia de franquicia nos referimos a la relación entre el valor que aporta y lo que cobrará por ello, a como franquicia el negocio, a como quiere crecer, a la selección del perfil de franquiciados a la que se debe buscar, a utilizar ‘trucos’ para que el franquiciado prefiera seguir en la red, y un largo etc.
Estrategia acertada No hay una única estrategia de franquicia para cada negocio, al contrario, hay muchas maneras de franquiciar, algunas buenas, algunas no tan buenas y algunas desastrosas.
Es más, dos empresas del mismo sector y que aparentemente se dedican a lo mismo no tienen porqué seguir la misma estrategia y funcionar bien las dos, incluso es normal que ocurra que la estrategia de una no tiene porqué ser buena para la otra, ya que dependerá de los objetivos de cada una, de sus organizaciones internas, de sus recursos, de su ubicación, de sus objetivos, de su Know-how, … en definitiva de sus características propias y únicas.
Se trata de definir la estrategia óptima para nuestro negocio, que dependerá de muchos factores que deben ser estudiados en profundidad antes de determinar la manera de franquiciarlo. Sólo de esta manera conseguiremos alcanzar nuestros objetivos y conseguir que nuestra cadena de franquiciados tenga el menor número de bajas y de miembros descontentos posible y nos reporte grandes beneficios.
Debemos definir una estrategia que nos permita ‘cautivar’ a los franquiciados y tener un negocio rentable para ellos y para nosotros. El contrato sólo debería servirnos para defendernos de las ‘manzanas podridas’, que siempre se nos acaban colando, sobre todo cuando no utilizamos un buen sistema de selección de franquiciados, pero esto ya es un tema para otro artículo.
Invertir tiempo No debemos escatimar esfuerzos en el desarrollo de la estrategia de nuestra franquicia, ya que de ella depende en la mayor medida el éxito que podamos alcanzar. Dedicar tiempo a definir correctamente la estrategia antes de empezar a franquiciar nos ahorrará mucho más tiempo y dinero a medio y largo plazo, escatimar al principio puede salir muy caro.
Un error típico que cometen muchas empresas es empezar a franquiciar a partir de un contrato tipo o haciendo lo mismo que los demás.
Cada franquicia es un caso especial y como tal debe contar con una estrategia propia, a medida de sus características, y el contrato de franquicia debe recoger esa estrategia y no al contrario. Lo mismo pasa con los manuales de operaciones, son muchos los franquiciadores que escriben su saber-hacer sin haber pensado antes en la estrategia a seguir, simplemente escriben sus conocimientos sin pensar en qué debe saber el franquiciado, qué labores desempeñará él, cómo debe explicarse,…El manual debe depender de la estrategia ya que es una de las herramientas de la misma.
Máximo esfuerzo El mensaje es, pues, que debemos realizar un esfuerzo en desarrollar una estrategia correcta de franquicia antes de empezar la expansión, y si ya la hemos empezado sin haberlo hecho, pues quizás sería conveniente que nos paremos a reflexionar sobre la misma y decidir si es la correcta y si podemos mejorarla.
Por Miguel Soler. Socio-consultor de FDS
Negocios para franquiciados para ganar 6.000 euros al mes
La franquicia ofrece cada vez más oportunidades de negocio para profesionales capaces de conseguir y mantener una cartera de clientes, duchos en el sector comercial Con una baja inversión y las mínimas infraestructuras puedes convertirte en tu propio
El mundo empresarial está repleto de profesionales que trabajan captando y manteniendo carteras de clientes para empresas de todo tipo. Son expertos en su actividad, comerciales en su mayoría, cansados de desarrollar siempre la misma labor para otros. Ahora, estos profesionales con un marcado carácter comercial, tienen ante sí la posibilidad de crear su propio autoempleo y poner en su propio beneficio toda su experiencia.
El ámbito de la franquicia cada vez se orienta más a este tipo de negocios, que comienzan a proliferar en los sectores más diversos.
Este es el primer paso para convertirse en empresario de un negocio con una alta rentabilidad. Tanto, como lo es ganar más de 6.000 euros al mes con el ‘único’ esfuerzo de crear y mantener una amplia cartera de clientes. Básicamente, son empresas que se nutren de profesionales ya experimentados en el mundo de las ventas, mayoritariamente en activo, capaces de llevar y dirigir su propio negocio y de hacerlo con cierta soltura.
Escasa inversión «Son negocios enfocados exclusivamente para el autoempleo, para los que se necesita una inversión reducida, pocas infraestructuras a la hora de iniciar la actividad, por no decir ninguna, y donde el límite de las ganancias corre por cuenta del propio franquiciado, de su capacidad de trabajo y su esfuerzo», afirma el responsable de la enseña de limpieza de techos Net Horitzontal, Néstor Sordo.
Tipos de negocio Pero ¿qué tienen estos negocios que los hacen tan atractivos? Por supuesto, la alta rentabilidad con la que se trabaja. Son opciones enfocadas tanto estructural como logísticamente a este perfil, a que se desenvuelva de forma independiente y ponga al servicio de si mismo toda su experiencia y su conocimiento sobre el mundo de la venta. Esto supone dedicarse por completo a la actividad elegida directamente en la calle, prácticamente en el 80% de las veces, para algunos sectores será incluso más.
Con pocos costes de funcionamiento Sin costes que afrontar, más que los necesarios, el binomio inversión /ingresos se inclina directamente a favor del franquiciado, que comprueba como el capital para empezar a funcionar no es un ‘handicap’, sino más bien un recurso al alcance de su mano.
A partir de ahí, todo empieza a cuadrar: conoce el trabajo, es experto en contactar clientes, puede que incluso ya disponga de ellos y opte por ofrecerles sus nuevos servicios. No le asusta el esfuerzo inicial, ya está curtido en otras batallas similares y cuenta con el valor añadido del apoyo de una franquicia.
Las perspectivas no son nada desdeñables, y según las cuentas de la central puede empezar a recuperar su inversión a partir del octavo mes como media. Los ingresos, a partir de esa fecha irán ‘increcendo’, de manera progresiva. Sucede en casi todas estas actividades y la publicidad no es una excepción: «El bajo coste de la franquicia y la libertad en el tiempo de arranque permite a la mayoría de los franquiciados tener un flujo positivo de efectivo desde el primer día», afirman desde Coffee News.
Cuánto puedes ganar Desde 6.000 euros, cuando la actividad se ha estabilizado y el número de clientes es constante, y hasta los 12.000 euros estamos hablando de un sueldo considerado ‘habitual’ para los franquiciados al frente de una actividad de este tipo.
Por supuesto, las variantes son innumerables y cada tipo de negocio requiere una dedicación y una metodología de trabajo bien diferente, que le hace obtener más ingresos con menos esfuerzos o viceversa.
Todos estos sueldos, sin embargo, tienen un denominador común: se pueden conseguir. Sin necesidad de hacer un balance general, lo único reflejable es que a partir de 20.000 euros como media de inversión, un buen comercial que conozca su trabajo puede convertirse en su propio jefe, sin apenas gastos y con un sueldo mensual que en el peor de los casos llegará a los 6.000 euros mensuales.
Con un claro perfil comercial «Yo lo definiría a grandes rasgos como un negocio unipersonal, donde prácticamente todo son ganancias, ¿qué me dirías sino de una actividad para la que el local es prescindible e innecesario y donde los costes quedan reducidos al mínimo?», se pregunta uno de los responsables de la enseña de nuevas tecnologías Worldsites, Miguel Tunchs.
Y esto no sólo pasa en este sector, donde la actividad del franquiciado se puede resumir en un ordenador portátil a través del cual mostrar los servicios de esta enseña, sino también en muchos otros, la actividad se puede llevar directamente desde el propio hogar del franquiciado. En grados distintos eso sí, pero con unos resultados sino similares, al menos muy parecidos.
Con tales características, no es necesario ahondar mucho más en el mercado para percatarse del perfil que se prefiere: «Buscamos un buen gestor comercial», subraya el gerente de la agencia de transporte especializada en envíos internacionales BCC Worlwide, Juan Sánchez Puxán, quien prosigue: «capaz no únicamente de potenciar la clientela, sino de aportar soluciones al crecimiento que la actividad va a presentar».
Locales en su mínima expresión. Los locales han pasado directamente a un segundo plano. Por supuesto, no en todos los ámbitos, pero sí en la mayoría. Algunos han precindido directamente de ellos, dándolo por descontado y evitando contabilizarlo en la inversión inicial.
Los servicios de limpieza, las nuevas tecnología o los servicios a empresas encabezan la lista de negocios sin local propiamente dicho. Es el método ‘autoempleo’ que muchos negocios materializan a través de una unidad móvil, si la actividad requiere desplazamiento y la elaboración de una actividad con o sin operarios. En este caso, se puede avanzar en el negocio sin necesidad de contar con un establecimiento propio dicho.
Pero esta opción, no es la más recurrente o para muchos, la más cómoda. «A la larga, la actividad va creciendo, los clientes también y es importante organizar el trabajo, controlarlo para que todo funcione a la perfección desde un sitio fijo», matiza Eduardo Vidal, director de ChipsAway en España.
Cuál es la labor del franquiciado Vender. Principal y, en algunos casos, exclusivamente, vender. Esto es lo que se desprende tras comprobar las características de los negocios que se han apuntado al tren del autoempleo para comerciales. Sin embargo, no se trata de una venta directa, sino, básicamente, de proveer de servicios, especialmente a empresas aunque también a particulares; esto les permite contactar con clientes potenciales.
¿Cómo ayuda la central? Independientemente de que mucho franquiciados ya aporten una atractiva cartera de clientes con la que empezar a trabajar o al menos, un buen número de ellos para empezar a realizar contactos, la central les proporciona los potenciales clientes con los que tendrá que trabajar, distribuidos por zonas o características. Esto suele suceder en las enseñas donde se cuenta con una base de datos que explotar. Es el caso de LaNetro o DGE Bruxelles.